lunes, 4 de abril de 2011

ANÁLISIS ESTRUCTURAL Y DISCURSIVO DE LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA, DE POE

Por:  Óscar Molina


PERSONAJES:
1. EL PRÍNCIPE: es una persona, en palabras del narrador, “feliz, intrépido, sagaz y de apariencia corpulenta”
2. LOS SÙBDITOS DEL PRÍNCIPE: estaban siempre al servicio del príncipe y hacían cuánto él les ordenaba.
3. EL ESPECTRO CON LA FIGURA DE LA MUERTE: es un ser de apariencia cadavérica que llega a la fiesta de máscaras organizada por el príncipe y que genera estupor y rechazo entre los participantes de la fiesta.
EL NARRADOR:  la narración se presenta en tercera persona. Inicialmente aparece un narrador omnisciente que dirige el rumbo de la historia sin tomar partido: “La “Muerte Roja” había devastado el país durante largo tiempo… …Pero el príncipe Próspero era feliz, intrépido y sagaz…  aquella mascarada era un cuadro voluptuoso… “  sin embargo, a medida que avanza la historia, el  narrador  dirige la historia a un grupo de destinatario específico. Al parecer, quien narra conoce de alguna fuente los hechos; esto se evidencia por el cambio de tiempo en la narración, que de pasado, pasa a presente: “… pero permitan que antes les describa los salones donde se celebraba”… Este procedimiento es común en algunas estructuras narrativas y se podría decir que le da cierto carácter de verosimilitud  a la misma, porque pone al narrador casi en el mismo plano de los personajes, ya que da cuenta detallada de espacios y actitudes de los mismos personajes.

EL TIEMPO: por el cambio de temporalidad en la historia,  y por lo anteriormente expuesto, es claro que el narrador está narrando en presente, hechos ocurridos en el pasado.  La historia presenta una secuencia temporal clara y organizada, pues hay acontecimientos antecedentes: “La “Muerte Roja” había devastado el país durante largo tiempo”…  que conllevan a acciones consecuentes como el hecho de que el príncipe tomara la decisión de aislarse con sus súbditos para evitar morir bajo la influencia de la muerte roja.  Por otra parte, hay ausencia del elemento cronológico porque no hay datos de fechas en términos de años,  nombre de meses  o días. La alusión a los meses que se presentan en la historia: “Al cumplirse el quinto o sexto  mes” contribuyen a la organización del relato. Entonces, es posible que los hechos hagan parte de la tradición oral y no de acontecimientos históricos documentados.
LA HISTORIA: la estructura de la historia presenta las siguientes secuencias:
1. La devastación de la muerte roja: en esta secuencia. El narrador presenta la devastación del país donde gobernaba el príncipe por parte de la muerte roja, acción que origina la siguiente secuencia.
2. El aislamiento del príncipe: en esta secuencia, el príncipe, evitando ser tocado por la muerte roja, se retira con sus súbditos  a un lugar a donde nadie puede tener acceso, más que una sola vez.
3. La mascarada: “Al cumplirse el quinto sexto mes  de su reclusión, y cuando la peste hacía los más terribles estragos, el príncipe Próspero ofreció a sus mil amigos un baile de máscaras de la más insólita magnificencia”. En esta secuencia se presenta un estado de tranquilidad de los personajes, es como un parte de victoria al saberse libres de la muerte roja.
4. El encuentro con el espectro: “…muchos de los concurrentes tuvieron tiempo para advertir la presencia de una figura enmascarada que hasta entonces no había llamado la atención de nadie”…  En esta secuencia, dentro de los festejantes, aparece una presencia que aunque está encubierta, despliega un halo negativo e influye en las actitudes de los personajes en relación con el espacio: “Calló entonces la música, como ya he dicho, y las evoluciones de los que bailaban se interrumpieron; y como antes, se produjo en todo, una sensación angustiosa”…
5. La confrontación entre la muerte roja y el príncipe y el reino de la muerte: en esta secuencia, el príncipe, haciendo acopio de su fortaleza y arrojo, propone desenmascarar al espectro: “¿Quién se atreve, preguntó con voz ronca a los cortesanos que lo rodeaban-, quién se atreve a insultarnos con esta burla blasfematoria?  ¡Apodérense de él y desenmascárenlo, para que sepamos a quien vamos a ahorcar al alba en las almenas!”  Posteriormente, cuando los cortesanos se sienten impedidos para apresar al enmascarado, el príncipe decide ir por él, pero de persecutor se convierte en perseguido.  De este modo, la caracterización que hace el narrador sobre él al comienzo, se desvirtúa: “Mas entonces, el príncipe Próspero, enloquecido por la ira y la vergüenza de su momentánea cobardía, se lanzó a la carrera a través de los seis aposentos… …cuando ésta, se volvió de golpe y enfrentó a su perseguidor.”  Finalmente la muerte roja extermina, uno a uno a los habitantes del lugar: “Y las tinieblas, y la corrupción, y la Muerte Roja lo dominaron todo”.
LOS ESPACIOS: la narración presentados espacios significativos: un afuera constituido por el país que fue antiguo reino del príncipe Próspero y que devastó la muerte roja y un adentro que se configura a partir de la intención del príncipe de huir de la muerte roja.  El movimiento espacial tiene entonces espacios englobantes o continentes como el país y espacios englobados o contenidos como el lugar de aislamiento, que a la vez es englobante de los aposentos.  El adentro se configura como lo que permite la tranquilidad, como el contexto que promueve la libertad y la privacidad para dejar salir todas las manifestaciones y los impulsos secretos del ser.  Es por eso que en el reino enclaustrado, cuando hay seguridad, se hace la mascarada.
LA DESCRIPCIÓN:  el cuento contiene las siguientes descripciones: la etopeya que está dedicada a los atributos internos del príncipe.  Esta figura permite que los destinatarios del relato puedan ver la transición en el accionar del príncipe, inicialmente seguro, decidido y arrogante y finalmente, asustado y acobardado ante la presencia de la muerte roja.  La prosopografía que someramente le da una cualidad de fortaleza física al príncipe: “..era hombre temerario y robusto”.  Del lado de la muerte roja, inversamente proporcional, la descripción física es más notoria: “Su figura, alta y flaca, estaba envuelta de la cabeza a los pies en una mortaja.  La máscara que ocultaba el rostro se parecía de tal manera al semblante de un cadáver ya rígido”… Esta inversión de proporciones deja ver claramente la capacidad de “hacer” de la muerte roja vs. El banal “ser” del príncipe.  Esto se puede corroborar en los juicios de valores que hace el narrador en el relato: “En el corazón de los más temerarios hay cuerdas que no pueden tocarse sin emoción.  Aún el más relajado de los seres, para quien la vida y la muerte son igualmente un juego, sabe que hay cosas con las cuales no se puede jugar”.
El recurso descriptivo que más predomina es la topografía, pues para el narrador es muy importante que los destinatarios casi que visualicen los aposentos con las características que los revisten.
El cuento no presenta figuras de pensamiento, como la metáfora, sin embargo, todo el cuento se puede asumir desde esta figura, pues el componente simbólico está presente de manera determinante.  Veamos: la muerte roja, más que una peste, puede hacer referencia al abuso de la monarquía que, al acabar con su país, decide alejarse para gozar de lo que apropió a costa del pueblo.  El color rojo puede representar la violencia, la codicia y la muerte violenta.  Si observamos los aposentos, vemos que son siete, este número es cabalístico y alude a la perfección: Dios creó su obra perfecta en este tiempo.  Así, el reino clausurado del príncipe, más allá de la salvaguardia, estaba pensado como espacio perfecto.  Por otro lado, los colores de las cámaras: azul, púrpura, verde, violeta, naranja, blanco y negro, pueden expresar una posible secuencia: La verdad, el poder gubernamental, el renacimiento, la plenitud y el conocimiento, la alegría y el bienestar, la luz, la plenitud que integra todos los elementos simbólicos de los demás colores y el negro que es la muerte y lo desconocido.  Nótese que esta estancia en el cuento está contrastada con el  escarlata que es un color de sangre y fue precisamente allí donde la muerte roja triunfó sobre todos los habitantes del recinto.  Podríamos decir que literalmente no hay una explicación para que el invitado siniestro y desconocido habitara entre los cortesanos, pues no había manera de que entrara.  La metáfora se constituye en aquellos procedimientos narrativos que implican una relación analógica entre comparente y comparado.  De esta manera, el entramado semiótico del cuento de Poe deja ver los alcances del destino ante las acciones que aparentemente son ocultas.

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